El número de usuarios sigue creciendo desde su puesta en marcha la pasada primavera.
El gimnasio municipal de Grañén ya tiene lista la oferta de actividades del nuevo curso, en la que destaca la incorporación de clases de spinning. Desde su apertura, el servicio sigue sumando usuarios, atraídos por el precio de la cuota mensual (15 euros), que da derecho a participar en todas las actividades impartidas por el monitor de sala, y la amplitud de horario (abierto de 5.30 a 22.00 horas).
A lo largo de este mes de septiembre, cada vez son más las personas que han manifestado su interés en obtener su tarjeta de usuario, con el fin de acudir por libre o sumarse a las actividades ofertadas. Dentro de ellas, el monitor del espacio, Eloy Aznárez, garantiza el éxito de las nuevas clases de spinning. «Son muchos los que llevan tiempo esperándolas. Se trata de trata de una práctica en auge, muy demandada, que se adapta a diferentes tipos de personas, mejorando su estado de forma, tonificación o resistencia», señala.
Las bicicletas estáticas ya están en las instalaciones y serán colocadas en los próximos días. Las clases se desarrollarán de lunes a viernes de la mano del propio monitor. Hay una gran amplitud de horarios. Los lunes, miércoles y viernes comenzarán a las 19.00 horas; y los martes y los jueves, a las 19.45. Habrá además una sexta sesión los miércoles a las 20.30 horas.
A las clases de spinning, y dentro de las impartidas por el monitor de sala, se suman las de pilates, GAP, Funcional, Total 30 y HIT. A través de su cuota mensual, los usuarios pueden acceder a cualquiera de ellas. Asimismo, y con profesores externos y una cuota diferente, la parrilla incluye gimnasia de mantenimiento, boxeo y crossfit.
Ahora mismo, hay usuarios de un gran número de localidades próximas a Grañén, entre ellas, Alberuela, Sodeto, Frula, Callén, Tramaced, Fraella, Curbe, Valfonda, Torres o Barbués. Asimismo, y por motivos laborales, los hay de lugares más alejados como la capital monegrina o la ciudad de Huesca. «Algunos trabajan en la localidad y terminan aquí su jornada», señala Aznárez, que hace un balance muy positivo del servicio. «El número de usuarios sigue creciendo mes a mes. De hecho, incluso en pleno verano, he llegado a contar un centenar de personas a lo largo de una sola tarde», indica el monitor, que, además de las clases ofertadas, guía a los usuarios en el uso de las máquinas y diseña tablas de ejercicios personalizadas.
Los socios y socias se muestran encantados. «Al alcanzar cierta edad, el cuerpo se resiente y hay que moverse. Yo vengo desde el primer día. No lo he dejado ni siquiera durante el verano; va bien para el cuerpo y para la mente», indica una de las usuarias habituales, Carmina Azagra. En su caso, está inscrita en las clases de gimnasia de mantenimiento y pilates.
Pablo Catalán y Juan Muñoz también son usuarios habituales. «Me encanta; se trata de un servicio excelente en la puerta de casa», indican. Ambos suelen acudir a ejercitarse aprovechando los elementos de crossfit y las máquinas instaladas. «La gente se queda maravillada al entrar», añade Catalán, destacando otro de sus atractivos, la estética, con altos techos y vigas de madera. A ello, se une además otra ventaja, que destacan socios y socias: la posibilidad de disponer de un espacio de encuentro y socialización.