La obra rinde homenaje al agricultor, ocupa la fachada del gimnasio y lleva la firma del artista plástico Taquen.
La marca de bebidas vegetales Vivesoy ha querido celebrar sus dos décadas dedicando un mural a todos los agricultores en la localidad de Grañén. La obra lleva la firma del artista plástico Taquen (Gonzalo Martín) y ocupa la fachada del nuevo gimnasio municipal.
Grañén, además de ser uno de los muchos pueblos donde Vivesoy cultiva soja y fomenta el desarrollo del entorno rural, también es un referente del arte urbano en mitad del medio rural. Y es que sus calles y fachadas lucen murales realizados por reconocidos artistas como PichiAvo, Boa Mistura, Ricardo Cavolo o Paula Bonet.
Tampoco es casual la elección del artista. De hecho, el joven, 30 años de edad y residente en Madrid, comparte los valores de la marca, ya que ha vivido la agricultura de primera mano, con familiares dedicados a este oficio, y además, valora las bondades del medio rural. «Creemos que su estilo y mirada aportan mucho al proyecto para rendir homenaje a nuestros agricultores. En sus obras representa lo rural, la naturaleza y lo humano, desde la mirada de lo pequeño, desde la esencia y el detalle. Sin duda, su técnica y su expresión coinciden con lo que queríamos transmitir: un reconocimiento a la agricultura, a los agricultores y a todas las personas que viven en el entorno rural», ha explicado Ángel Tascón, gerente de la marca Vivesoy.
La obra pretende perdurar en el tiempo como los agricultores y como la importante labor que desarrollan contribuyendo a vertebrar la España rural y aportando valor no solo a las economías locales, sino al conjunto socioeconómico nacional, siendo un sector fundamental para el país. El alcalde del municipio, Carlos Sampériz, ha mostrado su satisfacción con el proyecto, que viene a sumar a la apuesta del municipio por el arte rural y además, rinde homenaje a una parte importante de una localidad inminentemente agrícola.
Taquen, que estudió Bellas Artes en Madrid, confiesa que su pasión siempre ha sido pintar en la calle, consiguiendo convertirla en su modo de vida, viajando a nivel nacional en internacional de festival en festival y de proyecto en proyecto. Aunque ha visitado grandes ciudades, asegura que al final se sigue muy cómodo desarrollando su trabajo en pequeñas poblaciones. «Además de que mis orígenes están en una población de Burgos, donde he pasado veranos y vacaciones, la vida en el medio rural va a otro ritmo. Aquí la gente se para, conversa contigo, se interesa por tu trabajo… No eres un estorbo como sucede en las grandes ciudades», indica.
Para el artista, es además «un orgullo» poder tener la oportunidad de rendir un homenaje a los agricultores, ya que su familia ha estado siempre vinculada al campo y por lo tanto, valora el esfuerzo que hay detrás de los profesionales y la importancia del sector para el desarrollo del territorio.
También ha mostrado su satisfacción con la apuesta de este municipio monegrino por acercar el arte urbano al medio rural, dando a sus vecinos la posibilidad de disfrutar del trabajo de reconocidos artistas.
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