Día de los Hombres o de la Comunión Pascual
La fiesta de los hombres, recientemente recuperada, tenía una gran tradición en el pueblo de Grañén. Se celebraba el tercer día de Pascua, coincidiendo con las fiestas de Almuniente, así que tras asistir al baile de este pueblo vecino a las cuatro de la mañana todos los hombres acudían a la iglesia a confesarse, se trataba de un acto muy importante sin el cual no se podía participar en la fiesta. Tras cumplir con el rito de la confesión y escuchar la misa los hombres, se trasladaban al bar de casa Alegre, para después organizar la compra de la carne y el vino, indispensables para la comida.
Después cada cuadrilla se encaminaba con su carro hacia las fuentes de Corvinos, Oto, Longás etc… para engalanarlo. Una vez engalanado se reunían bajo una buena sombra para darse el festín. Una vez comidos y bebidos, regresaban todas las cuadrillas hacia el pueblo, donde se juntaban con sus carrozas en el baile que se organizaba en Casa Poveda. El baile era con gramola y allí les esperaban las mozas hasta que el cuerpo aguantara.
En la actualidad, los hombres esperan con el mismo entusiasmo esta fiesta. Los actos arrancan en la víspera con una ronda jotera y al día siguiente, continúan con la celebración de una misa, cantada por el denominado Coro de los Hombres. El repertorio incluye un himno con letra de Ángel Giménez.
Al finalizar la misa, hay almuerzo y ronda por los bares y después, comida en el pabellón polideportivo o en el parque de San Julián. Para terminar, se organiza una cena, donde los hombres reciben a sus parejas, y una verbena nocturna.